CUENTO INFANTIL - ILLAN Y LAS POMPAS DE JABON
de Illan Por El Mundo, el Viernes, 03 de diciembre de 2010
Pompas de Jabón. Escritora Española. Cuentos para niños.
Al
pequeño Illán le gustan las pompas de jabón. Las pompas de jabón
grandes. Las pompas de jabón pequeñas. Las pompas de jabón de
colores. Se pasa horas y horas haciendo pompas de jabón. Las clasifica
con mucho cuidado. Y luego las usa para guardar sus tesoros. Tesoros
como el hada con la que soñó la última noche de primavera, la flor que
le regaló una niña en el parque, el recuerdo de una tarde de otoño, una
cinta roja que encontró el día de su último cumpleaños, la ilusión del
Día de Reyes, un beso de la abuela, tres abrazos de papá, cinco “te
quiero” de mamá y dos palmaditas del abuelo.
También tiene
guardadas la manzana de caramelo de la última feria, el juguete que más
deseaba, las risas de sus amigos, la música de tres tiovivos, la espuma
de varias olas, cien lágrimas que derramó el día que murió su perro, el
olor de las sábanas limpias y el calor de una manta en invierno.
Guarda,
con mucho mimo, granos de arena de un paseo por la playa, su cuento
favorito, una pluma de paloma, tres duendes, cuatro brujas, un hechizo
que leyó en un libro, la nana que le cantaba mamá, un canto rodado, el
trinar de dos canarios, una mañana de domingo, el partido que jugó con
papá, un rayo de sol, una ráfaga de viento, un chicle usado y tres
piruletas. Los días que se siente triste, deja volar las pompas de
jabón. Y las observa volar y brillar.Y corre tras ellas. Y, finalmente,
las detiene, haciéndolas explotar para que derramen sobre él el
recuerdo, el sueño o la sensación que hubiera guardado dentro. Y se
sienta a disfrutar de su tesoro. Luego hace otra pompa de jabón y, con
mucho cuidado, vuelve a guardarlo. Su hermana mayor se ríe de Illán. Sus
papás piensan que eso de las pompas son tonterías. Nadie cree que las
pompas de jabón sirvan para algo más que verlas volar. Nadie cree que en
una pompa de jabón se pueda guardar un tesoro. Y, por supuesto, nadie
cree que en ellas se puedan atesorar cosas como el sonido de las
canicas, el olor del desayuno o el color de una tarde de verano. Todos
piensan que el niño es un poco raro. Pero eso a Illán no le importa. Él
sigue haciendo pompas de jabón. Y sigue clasificándolas según su tamaño,
según su color y hasta según el jabón que use para fabricarlas. Y, por
supuesto, las sigue llenando de tesoros. Mientras lo dejen en paz, los
demás que crean lo que quieran. Fin
Fotografía sacada del blog: "Escritos a vuelapluma".